El amor de mi vida
Tengo un amigo que es lo que yo llamo un “filósofo práctico”, es decir, un hombre que ha hecho de su vida una búsqueda incansable de la verdad y de la sabiduría para regir su vida. No es un teórico de la historia de la filosofía, ni un profesor que dice cosas aprendidas en libros. Él dice que construye su filosofía en la calle, en los taxis, en el bar, en el mercado.