¿POR QUÉ NECESITA TENER RUTINAS UN NIÑO?
Podríamos decir que el sueño forma parte de esas rutinas que los niños necesitan como base para desarrollarse de manera armónica en todas las facetas de la persona: física, emocional y social. Las rutinas en los niños son fundamentales, ya que les aportan seguridad y estabilidad.
El mejor regalo que podemos hacerles en sus primeros años de vida, a parte de los cuidados básicos de higiene, y darles mucho cariño, es poner orden en su vida. Las rutinas diarias marcan el orden en el hogar. Si los niños conocen con antelación lo que deben hacer en cada momento, están más tranquilos.
La mejor manera de marcar rutinas del sueño en los niños es empezar a llevarlas a cabo desde que nacen. Si no es el caso, y tu hijo ya es un poco más mayor no sería un problema porque todo es educable.
ESTRATEGIAS PARA ENSEÑAR AL NIÑO LAS RUTINAS DEL SUEÑO:
- Desde que nacen es importante marcarles la diferencia entre el día y la noche. Es decir, durante el día deben dormir con un poco más de luz, y el jaleo habitual de la casa o la calle. Ya que la vida durante el día sigue a su alrededor y deben acostumbrarse a ello. Por la noche es importante cuidar el silencio para que lo asocie a la noche. Durante el primer mes de vida, lo normal es que un bebe duerma entre 16 y 18h en total; el 50% de esas horas las dormirán por el día y el 50% restante durante la noche. A medida que van creciendo, se van regulando y pasarán a dormir más por la noche y menos durante el día.
- Tener establecida una hora para acostarse: dependiendo de la edad del niño marcaremos una hora u otra. Al principio lo normal es que la hora de dormir sea la última toma de la noche. Pero a medida que van creciendo lo ideal es que la última comida del día sea a las 20h para que el momento de irse a dormir sea hacia las 20:30-21:00.
- Para preparar el momento de acostarles por la noche, es muy recomendable empezar dos horas antes a realizar tareas que favorezcan la relajación, como por ejemplo el momento del baño: les relaja mucho y, sobre todo, van asociando que se acerca el momento de dormir.
- Unos minutos antes de irse a dormir es bueno contarles un cuento o cantarles alguna canción si son muy pequeños. Y, si son más mayores, sentarse a hablar de cómo ha pasado el día y cuál ha sido el momento más divertido de la jornada. No es recomendable la exposición a pantallas ya que estas les activan y la luz inhibe la producción de la hormona del sueño que es la melatonina.
- Hacer pis, beber agua y lavarse los dientes antes de acostarse. Muchas veces los niños reclaman estas acciones una vez están metidos en la cama porque nos están reclamando tiempo con ellos. Para evitar eso, debemos anticiparnos y decirles todo lo que vamos a hacer antes de dormir para que ya no haya enredos al acostarse. Pasar ese ratito de antes de dormir juntos les va a dar serenidad a la hora de dormir.
- Dejarles un peluche, chupete (si lo usa), gasa o similar ya que será su elemento asociado al sueño y les hará sentirse acompañados.
Los niños necesitan repetir los actos muchas veces para aprenderlos. Por tanto, si estas estrategias las llevamos a cabo todos los días trasmitiéndoles paz y tranquilidad, al final conseguirán dormir solitos en su cama.
Los primeros días seguramente habrá que ejercitar la paciencia porque los niños siempre retan para ver hasta dónde pueden llegar y ver si consiguen lo que ellos quieren. Pero muchas veces, lo que ellos quieren no coincide con lo que es bueno para ellos. Y la misión de los padres es marcarles el camino correcto.