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¿Por qué mienten los niños?

By: Identitas.

El periodo sensitivo de la sinceridad se vive, de forma más intensa, entre los tres y diez años. Al principio, los niños son muy espontáneos y dicen lo primero que se les pasa por la cabeza. Este acto no es un acto de sinceridad; es un acto de espontaneidad y, por lo tanto, hay que ir haciéndoles entender que no solo hay que decir lo que se piensa sino también, pensar lo que se dice.

Desde pequeños, los niños son conscientes de la diferencia que existe entre decir la verdad o decir una mentira. Saben que lo bueno es decir la verdad, aunque muchas veces la mentira la pueden confundir con la fantasía, sobre todo, entre los tres y seis años. Es conveniente que vayan diferenciando el campo de lo que es real y lo que es fruto de su imaginación.

La sinceridad, como el resto de las virtudes, se aprende a través del ejemplo; por tanto, los padres y profesores juegan un papel primordial en este sentido como en las demás virtudes ya que, pueden aprender tanto a amar la verdad como a ser excelentes mentirosos.

La mentira constante en los hijos es objeto de preocupación para los padres. Por eso, es importante conocer la razón por la que mienten los hijos ya que, de esta manera, se podrá canalizar el foco y así, conocer el camino para conseguir corregir ese hábito cuanto antes.

Los niños suelen mentir por miedo a que les castiguen. Tienen que sentir y tienen que saber y comprobar, en su día a día, que decir la verdad compensa, y que no va a ser castigado nunca por decir la verdad; al revés, los padres van a estar muy orgullosos de su acto de valentía y de él.

En edades mas avanzadas suelen mentir por orgullo, por no querer reconocer algo que han hecho mal o por haber descubierto en sí mismo, alguna limitación o tropiezo. Es importante que aprendan a valorarse y a reconocerse tal y como son y a no refugiarse en las excusas, aceptándose a uno mismo tal cual es. En realidad, es en esos momentos, cuando uno se siente bien consigo mismo y es más feliz.

Otra razón por la que suelen mentir es por quedar bien delante de los demás, y pueden llegar a inventarse cosas que posee, o que le han regalado, o sitios que ha visitado y que no son ciertos y, todo eso, por el simple hecho de ser más reconocido delante de sus compañeros. En este caso, sería muy necesario, razonar con él lo que realmente tiene de valor, independientemente de los bienes materiales que posea. Y también, que sus compañeros, padres y hermanos no son más valorados por tener más o menos cosas materiales, sino que valen por ser quienes son. Hacerle pensar y que descubra la grandeza de ser único e irrepetible; de ahí la necesidad de quererse a uno mismo.

La sinceridad se basa en la confianza ya que, en la medida en la que los hijos y/o alumnos sienten afecto e interés sincero por parte de sus padres y profesores, se facilita la sinceridad a la hora de hablar con ellos.

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