{"id":6191,"date":"2022-09-21T08:46:57","date_gmt":"2022-09-21T13:46:57","guid":{"rendered":"https:\/\/aspaen.edu.co\/?p=6191"},"modified":"2024-09-30T05:00:13","modified_gmt":"2024-09-30T10:00:13","slug":"nadar-contracorriente","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/aspaen.edu.co\/2022\/09\/21\/nadar-contracorriente\/","title":{"rendered":"Nadar contracorriente: guiar a los adolescentes en su b\u00fasqueda de indentidad"},"content":{"rendered":"
La adolescencia es un tiempo de crecimiento interior. Sin embargo, esta maduraci\u00f3n, del cuerpo, de los afectos, de la inteligencia y de la voluntad, alterna momentos de calma con otros, m\u00e1s frecuentes, de tempestad. La rebeld\u00eda ante lo establecido, la b\u00fasqueda de opiniones propias, el ansia de libertad que se traduce en querer tomar decisiones personales y distintas, los enamoramientos, fogosos y repentinos, conceden pocos momentos de tregua, tanto a los afectados como a sus padres. Sin embargo, como educadores, debemos saber buscar los momentos y las estrategias para seguir formando las inteligencias de nuestros hijos, ahora que las ideas se van a fraguar como propias y van a adquirir una consistencia y una importancia decisiva para sus vidas. No basta con pensar que lo ense\u00f1ado durante la infancia va a permanecer ah\u00ed como un monolito inalterable. Ni caer en el des\u00e1nimo al contemplar que muchas de las virtudes que se han educado durante a\u00f1os parecen disolverse como un azucarillo en el agua.<\/p>\n
Se debe tener en cuenta que un adolescente<\/a> ya no es un ni\u00f1o que acepta lo que dicen sus padres porque se siente seguro y querido en el \u00e1mbito familiar<\/a>; pero tampoco es un adulto absolutamente maduro, consciente y due\u00f1o de sus propios actos. Carece de la experiencia necesaria (la propia vida es una gran maestra) para matizar sus opiniones, para valorar las consecuencias de sus actos y para formar una opini\u00f3n sensata y equilibrada sobre muchas cuestiones de importancia. El idealismo, la radicalidad, la inocencia, o la b\u00fasqueda del bien y la justicia a cualquier precio -que de suyo son maravillosos- pueden llevar a equivocaciones e incluso a otras injusticias sin advertencia por parte de los j\u00f3venes. Y el reconocimiento del posible error no ser\u00e1 tarea f\u00e1cil debido a ese \u00edmpetu, irreflexivo la mayor\u00eda de las veces, que les impide ver el panorama en su totalidad.<\/p>\n Es esencial por ello la delicadeza en las propuestas y la argumentaci\u00f3n medida y precisa, as\u00ed como la apertura a la escucha por parte de los padres hacia sus hijos. Se trata ahora de no imponer, ni desear, un asentimiento borreguil o una rendici\u00f3n que tranquilice nuestros esp\u00edritus, sino de invitar a una reflexi\u00f3n profunda, serena, acompa\u00f1ada de un \u201cpi\u00e9nsalo si quieres y lo hablamos m\u00e1s adelante\u201d. Ser\u00e1 frecuente que un adolescente exponga sus dudas u objeciones y que no d\u00e9 la raz\u00f3n a sus padres en el primer momento, ni tampoco en el segundo. Ser\u00eda para ellos como una declaraci\u00f3n del tipo \u201csigo siendo un ni\u00f1o y tengo que obedeceros ciegamente\u201d. Quiz\u00e1 ni siquiera llegue a manifestar su acuerdo. Pero esas conversaciones quedan en la memoria, dejan poso en el alma, y se reactivan muchas veces a\u00f1os m\u00e1s adelante, cuando llegan momentos dif\u00edciles, cuando se enfrentan situaciones complejas.<\/p>\n Dios cre\u00f3 a los hombres como seres libres. Por eso, la libertad es una caracter\u00edstica esencial e inviolable de las personas. Los padres deben preocuparse por la formaci\u00f3n de sus hijos, pero nunca tratar de imponer a cualquier precio sus ideas, mucho menos cuando estas son opinables o manifiestamente discutibles. Los hijos no son una posesi\u00f3n paterna. Se les ha otorgado la vida para que sean felices y por tanto ejerzan su inteligencia y su voluntad para amar. Pero s\u00ed es obligaci\u00f3n de la paternidad ayudarles, con todas nuestras fuerzas, a alcanzar el bien, mediante la elecci\u00f3n de aquellas opciones que les har\u00e1n realizarse plenamente. Seamos propositivos, dediquemos tiempo a escuchar y a arg\u00fcir; disfrutemos de las decisiones de nuestros hijos, aunque en ocasiones no coincidan con las nuestras, merecer\u00e1 la pena.<\/p>\nLa libertad es innegociable<\/h3>\n