amor <\/a>es inseparable de la espera y la aceptaci\u00f3n.<\/p>\nEn la vida de casados son diversos los campos en los que \u00e9l o ella pueden ejercitar esta virtud imprescindible para amar mejor. Las personas, en numerosas ocasiones, maduramos muy despacio. Requerimos a la pareja de mucha paciencia por parte del otro, y hemos de tener nosotros, igualmente, esa misma paciencia con nosotros mismos ante las mismas limitaciones en las que caemos una y otra vez y que nos impiden amar. Todo ello se convierte en un proceso lento, y, en muchas ocasiones, conflictivo.<\/p>\n
El ejercicio de buenos h\u00e1bitos, la experiencia individual en las propias ca\u00eddas, el discernimiento de los valores que inspiran nuestro proyecto de amor, es un proceso bastante lento.<\/p>\n
En muchas ocasiones nos cansamos pronto, damos por imposible a la otra persona porque su ritmo es lento, o incluso nos parece que no avanza. Conviene mirar con cari\u00f1o y respeto a quien m\u00e1s queremos, sabiendo que tiene un ritmo propio y que, cuando menos lo esperemos, llegar\u00e1 el fruto. Paciencia porque, si miramos atr\u00e1s, en nuestra propia historia personal, descubriremos personas cuya paciencia con nosotros fue decisiva para ser lo que ahora somos.<\/p>\n
Sugerencias pr\u00e1cticas para crecer en esta virtud:<\/h2>\nAceptar las propias limitaciones ayuda a comprender mejor al otro.<\/h3>\n
En numerosas ocasiones se ven las limitaciones de la otra persona con mucha claridad, sin embargo, sus virtudes o todo aquello que hace bien parece que nos pasa oculto. Empe\u00f1arse en ver lo bueno que tiene nuestra pareja es un primer paso para que nuestro pensamiento le vea con amor.<\/p>\n
Somos diferentes y es mejor seguir si\u00e9ndolo.<\/h3>\n
Todos los hombres y mujeres son capaces de amar y de aprender a hacerlo hasta el m\u00e1ximo de sus posibilidades, pero cada uno lo hace de forma propia, como hombre y mujer, y de forma singular, como cada uno es.<\/p>\n
Lo primero siempre es antes: ella\/\u00e9l es lo primero (que se note)<\/h3>\n
Procurar ser emocionalmente inteligentes es una de las claves de un matrimonio con \u00e9xito; buscar y entender los motivos que le han llevado a hablar o actuar de una forma determinada. Siempre est\u00e1 el otro en primer lugar.<\/p>\n
Evitar las quejas frecuentes.<\/h3>\n
Aprender a mantener el autocontrol en los peque\u00f1os roces de cada d\u00eda. En muchas ocasiones el amor propio nos pinta las peque\u00f1as ofensas que pensamos que el otro nos hace mucho mayores de lo que son. Es muy beneficioso, para el amor en pareja, saber tener paciencia, ejercitarse en la serenidad y saber perdonar olvidando las peque\u00f1as o grandes ofensas que el otro, en la mayor\u00eda de las ocasiones, nos hace sin querer.<\/p>\n
\u201cLa paciencia es un diamante\u201d, dice Humberto de Romans, autor del siglo XIII: \u201cresiste las adversidades, cura todas las heridas, es un escudo que nos protege de todos los ataques\u201d. Sepamos apreciar y cuidar esta virtud tan necesaria en la familia.<\/p>\t\t\t\t\t\t<\/div>\n\t\t\t\t<\/div>\n\t\t\t\t